¿Es
Lógico Dios?
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VersionCuando examinamos
el tema de relatividad moral, nos encontramos frente a la puerta de “la
verdad”. Todo el tema de moralidad encuentra su base en la fuente y
realidad de la verdad. ¿Qué es la verdad? Si la verdad es subjetiva,
entonces la moralidad es subjetiva. Si la verdad es objetiva, entonces
existen absolutos morales. Verdad Subjetiva: la verdad es subjetiva del
poseedor; es ilógica. Verdad Objetiva: la correspondencia objetiva de lo
que es real; corresponde a la realidad. ¿Cuál es la fuente de esta
realidad, esta verdad? Sabemos que existimos, y estamos conscientes de
nuestra existencia. Porque vemos que niños nacen, y nos vemos envejecer,
es lógico concluir que existe un comienzo. Una “causa” de nuestra
existencia. Podemos observar los mismos principios en el reino animal.
Los animales nacen y mueren; ellos también deben tener un punto de
comienzo de su existencia. La necesidad de encontrar una causa nos lleva
a otro “Primer Principio”, la necesidad de una causa.
El principio de causalidad:
sólo un ser puede producir otro ser. La nada no existe, y sólo lo que
existe puede causar la existencia, ya que el concepto de “causa” implica
que una cosa que esta en existencia tiene el poder de afectar a otra. De
la nada absoluta, proviene absolutamente nada.
Todo lo que llega a existir,
debe tener una causa. Si usted toma una vela y la enciende, ésta va a
arder por un periodo de tiempo limitado hasta que su energía potencial
se queme. El calor que emite la vela es similar al calor que emite el
sol. El hecho de que la fuente de energía de la vela sea finita,
demuestra la necesidad de causa. Hubo una causa y un fin en el ejemplo
de la vela.
El calor emitido por el sol es
contingente (dependiente) de la energía finita (limitada) que el sol
posee.
Esto demuestra que el sol
también es finito; o sea, hubo una causa en la existencia del sol. Este
mismo principio se encuentra a través del universo. Las galaxias más
lejanas, emitiendo energía finita tuvieron un punto en donde fueron
encendidas. Una “causa” de su existencia.
El padre de la ciencia moderna,
Sir Francis Bacon (1561-1626) dijo, “El verdadero conocimiento es el
conocimiento de causas”. Si el universo es finito y tuvo un principio,
entonces tendría que tener una causa – eso es, si la causalidad es un
principio válido. Un error en el Principio de Causalidad sería
equivalente a tener una rajadura fatal en la base estructural de la
ciencia. El escéptico David Hume (1711-1776) admitió que sería absurdo
negar el Principio de Causa, “Yo nunca he aseverado tal absurda
proposición, de que algo pueda surgir sin una causa”.
¿Cuál
es la causa del universo?
Para que sea posible la
existencia de un mundo finito, tiene que existir una causa. Esta
pregunta no está relacionada con la religión, es sólo una pregunta en
busca de la verdad. Basado en el universo que podemos observar, sabemos
que hubo un tiempo cuando el universo, como lo conocemos al día de hoy,
no existía. ¿Qué hizo que el universo existiese? ¿Habrá existido desde
la eternidad? ¿Habrán explotado un día la materia, el espacio, y el
tiempo y así comenzado su existencia? ¿Habrá existido la materia desde
un principio? Estas preguntas han ponderado los científicos, filósofos,
y teólogos.
Para aquellos que buscan
evidencia de la existencia de Dios, la creación del universo es uno de
los argumentos más poderosos. Este es el argumento Cosmológico de la
existencia de Dios:
El
Argumento Cosmológico:
En la discusión cosmológica la
primer pregunta que debe ser contestada es la siguiente: ¿Tuvo un
comienzo el universo?
¿Cuáles son las opciones?
·
Si el universo tuvo un
comienzo, entonces necesita una primera causa.
·
¿Puede el universo haberse
auto-causado? Para poder haberse causado a sí mismo tiene que haber
no-existido (causar existencia) y existido (para poder ser causado) al
mismo tiempo. Por lo tanto, esta opción se descarta, porque viola la Ley
de No-Contradicción.
·
¿Ha existido siempre el
universo? Como cree Carl Sagan, “El Cosmos es todo lo que existe, todo
lo que existió, y todo lo que siempre existirá”. Los naturalistas tienen
dos opciones distintas para explicar el principio del universo:
A) Vino de la nada, y por
nada.
B) Siempre existió.
La primera opción es imposible.
No es posible que la nada produzca algo. Entonces la opción que
permanece es aceptar que el universo siempre ha estado en existencia, o
sea, la opción B.
Leyes
que afectan al universo:
1.
La Primera Ley (Ley de
Conservación de Energía) dicta que la energía no puede ser creada, ni
destruida.
2.
La Segunda Ley (Ley de
Degradación de la Energía) dicta que en un sistema cerrado, la cantidad
de energía que puede ser utilizada en el universo esta decayendo. La
entropía es el nivel de desorden que contiene un sistema.
Un sistema altamente ordenado se
encuentra en un bajo nivel de entropía. Un sistema desordenado está en
un nivel más alto de entropía.
¿Es
posible que el Cosmos se esté quedando sin energía utilizable?
Los cosmólogos ven al universo
como un motor gigantesco de calor, sin una fuente externa de entrada
enérgica. Esto significa que la cantidad total de energía utilizable que
se encuentra ya en el universo es una cantidad fija, que esta decayendo
con el tiempo (fusión nuclear está aconteciendo a través del universo).
Esto significa que en un punto
determinado, el universo se encontraba en un estado altamente ordenado.
En base a lo que dicta la
Segunda Ley, se anticipa que la energía utilizable que se encuentra en
el universo, se acabará. Roy Peacock, experto en termodinámica, escribió
“La Breve Historia de la Eternidad”, para demostrar como los
descubrimientos en el universo junto con las leyes de termodinámica,
demuestran que el universo es finito. El escribe,
“La Segunda Ley de termodinámica
es la pieza legislativa más poderosa en el mundo físico. Describe cada
proceso que hasta el día de hoy haya sido descubierto. Es la Corte de
Apelación final en cualquier disputa relacionada con acción y
procedimientos, sean generados naturalmente o inspirados por el hombre.
Llega a la conclusión que en nuestro universo hay una reducción general
de orden, una pérdida de energía disponible que se mide como un aumento
en entropía. Quiere decir que lo que se encuentra disponible de energía,
se está acabando.
Como una linterna que se le está
por acabar la batería, la energía utilizable está siendo disipada hacia
la entropía, hasta que ya no quede nada para el uso. Que vivamos en un
universo en el cual sea posible la Segunda Ley de termodinámica
significa que debe ser un universo que ha tenido un punto de partida, o
sea, (una) creación”.
¿Hay
evidencia que indique que el Universo es finito?
El Eco de Radiación
Arno Penzias y Robert Wilson,
dos físicos de los Laboratorios Bell, descubrieron que la Tierra está
bañada de un brillo pálido radioactivo. Fueron galardonados con el
Premio Nóbel en 1978. Mediante sus estudios, concluyeron que esta
radiación era resultado de la explosión inicial del principio del
universo, comúnmente llamado “Big Bang”.
En Noviembre de 1989, un
satélite llamado COBE (Explorador del Origen Cósmico) fue lanzado
exitosamente al espacio, equipado con instrumentos capaces de medir el
eco de radiación resultante del Big Bang. En Abril de 1992, fue hecho
público el resumen final de datos recogidos por el COBE. Fue aplaudido
por ser algo sin precedentes. Stephen Hawking, autor de “La Breve
Historia del Tiempo”, llamó al descubrimiento, “El descubrimiento más
importante del siglo, posiblemente, de todo tiempo”. Esto afirma que el
universo tiene un comienzo.
El
Universo Expansible
La Teoría General de
Relatividad de Albert Einstein predijo que el universo tenía un
principio, y que desde ese punto se expandía hacia toda dirección. Si
revertimos la teoría, tendría que haber un punto de comienzo del
universo. Esta idea disturbaba a Einstein; su propia teoría demandaba un
punto donde hubiera comenzado el universo. Robert Jastrow, quien fundó
el Instituto Goddard para Estudios Espaciales de NASA, y fue su director
por veinte años, escribió acerca de la reacción de Einstein al realizar
que el universo era finito:
“Aproximadamente en este
momento empezaron a aparecer señales de destemple en los científicos.
Einstein fue el primero en quejarse. Estaba disturbado por la idea de un
universo que explota, porque implicaba que el mundo tenía un comienzo.
En una carta a deSitter - descubierta en una caja de archivos viejos en
Leiden hace algunos años - Einstein escribió, “Esta circunstancia (del
universo expansible) me irrita”, y en otra carta acerca del universo
expansible dijo, “Admitir tales posibilidades no tiene sentido”. Supongo
que a Einstein le molestaba la idea de un comienzo en el tiempo, por sus
implicaciones teológicas”.
Basado en la Teoría de
Relatividad General, el universo es finito y se expande en toda
dirección. Desde 1919, esta teoría ha sido verificada a través de
numerosos experimentos. Por lo tanto, podemos concluir que el universo
tuvo un principio. Es finito.
¿Qué
causo el comienzo del Universo?
Si
el universo tiene un comienzo, entonces debe tener una causa. El Big
Bang no sólo involucra el comienzo de la materia, sino también el
comienzo del espacio y del tiempo. Materia, espacio, y tiempo, son
interdependientes. La explosión del universo fue una explosión cósmica,
altamente orquestada, con la mezcla exacta de gravedad y energía
explosiva. John Polkinhome, físico teórico y colega de Stephen Hawking
escribe:
“En la expansión temprana del
universo tiene que haber existido un buen balance entre la energía
expansiva (separando las cosas) y la fuerza de gravedad (uniéndolas). Si
la expansión hubiera dominado, la materia hubiera sido separada
demasiado rápido como para que la condensación de galaxias y las
estrellas se formasen. [La posibilidad de nuestra existencia] requiere
de un balance entre los efectos de expansión y contracción que en una
época muy temprana en la historia universal (tiempo de Planck) tiene que
diferir de igualdad no más de 1 en 1060.
Aquel que es numérico (matemático), se maravillaría ante tal grado
de exactitud. Para el no-numérico, utilizaré una demostración de Paul
Davies para ejemplificar lo que es la exactitud. El dice que es el
equivalente a apuntarle a un blanco de 2.5 cm. de ancho, posicionado al
otro lado del universo visible, a veinte mil millón de años luz de
distancia, y acertar al blanco.
“Si la existencia del Cosmos en
su totalidad necesita ser explicado, y no puede ser explicado por causas
naturales, entonces debemos mirar hacia la existencia y acción de una
causa supernatural para explicarlo”.
Ya que es imposible que la nada
produzca algo, algo tiene que haber existido desde el principio como
“Primera Causa” del universo. Es más, esta Primera Causa debe de ser
eterna (fuera del tiempo, ya que el tiempo es parte del universo finito)
y lo suficientemente poderosa como para poder causar el origen y
existencia del universo. Esta causa debe ser erudita, poderosa, y
eterna.
El
Argumento de Diseño (Teológico)
El principio del universo
requiere de una “Primera Causa”, y por tener el universo un punto de
comienzo, y ser finito, la causa debe ser mayor que el efecto
resultante. Asimismo, sabemos que la existencia de los seres vivientes
también tiene un punto de partida.
La materia es la base
estructural de la vida; sin materia, no podríamos tener la vida que
conocemos en este universo físico. Por lo tanto, la próxima pregunta a
contestar sería: ¿Cuál es el origen de la Vida?
¿Será la Primera Causa que hizo
que el universo explotara hacia la existencia también la Primera Causa
de la vida? Existen dos modelos que compiten para explicar el origen de
la vida; el macroevolucionario, y el modelo de diseño.
El modelo macroevolucionario
propone que la vida fue auto-generada de materia no-viviente
(inorgánica). Una vez cerrada la brecha entre no-viviente y viviente, la
primera célula comenzó a evolucionar a través de cambios al azar
(mutación) en su sistema de información genética, así creando nuevas
características que no se encontraban previamente en el organismo
original.
El
modelo de diseño dicta que algo
no-viviente nunca produce algo viviente y que las primeras formas de
vida fueron el resultado directo de la súper-inteligencia.
¿Cuán
compleja es la célula?
Cuando Darwin escribió sus teorías de
evolución a mediados de 1800, la célula era un misterio. No fue hasta
luego de la II Guerra Mundial y del descubrimiento de la microscopía
electrónica, que nuevas estructuras sub-celulares fueron descubiertas.
Michele J. Behe, autora del libro “La Caja Negra de Darwin”, escribe:
“El nivel de este
descubrimiento (de estructuras sub-celulares) permitió que los biólogos
pudieran acercarse a la caja negra mayor. La cuestión del funcionamiento
de la vida no era una que Darwin ni sus contemporáneos pudieran
contestar. Sabían que los ojos eran para ver- pero ¿cómo, exactamente,
es que ven? ¿Cómo se coagula la sangre? ¿Cómo pelea el cuerpo contra las
enfermedades? Las estructuras complejas reveladas gracias al microscopio
electrónico estaban comprendidas de componentes aún más pequeños. ¿Qué
eran esos componentes? ¿Cuál are su aspecto? ¿Cómo operaban?”
Para entender la complejidad de
una célula, Michael Denton ha ilustrado el aspecto de una célula
magnificada mil millones de veces hasta llegar a parecer como de 20 Km.
de diámetro. Escribe, “Lo que veríamos entonces sería un objeto de
complejidad incomparable y diseño adaptativo. Sobre la superficie de la
célula, veríamos millones de aperturas, como portillos de una nave
espacial enorme, abriéndose y cerrándose para permitir un flujo
constante de materiales. Si pudiéramos entrar en una de estas aperturas,
nos encontraríamos en un mundo de tecnología suprema y complejidad
sorprendente. Veríamos corredores infinitos altamente organizados y
conductos ramificándose hacia toda dirección, alejándose del perímetro
de la célula, algunos dirigiéndose hacia el banco de memoria central en
el núcleo, y otros hacia las plantas de ensamble y unidades de
procesamientos. El núcleo en sí sería una cámara esférica inmensa, de
mas de 1 Km. de diámetro, asemejándose a una cúpula geodésica dentro de
la cual podríamos ver todo precisamente apilado, formando un arreglo
estructurado; materia prima viajando a través de los conductos múltiples
en una forma altamente ordenada, yendo y viniendo de varias plantas de
ensamble en la región externa de la célula…¿Es posible creer que
procesos al azar puedan haber construido una realidad, el elemento más
pequeño del cual -sea proteína funcional o gen- es de una complejidad
mas allá de nuestras propias capacidades creativas, una realidad que es
la propia antítesis de la casualidad, que sobrepasa en todo sentido
cualquier cosa producida por la inteligencia del hombre?”.
¿Cómo puede haber llegado a
existir la primera célula? ¿Fue tiempo, casualidad, y materia? O por el
contrario, ¿fue el resultado de un diseñador inteligente, una “Primer
Causa” de vida? Darwin escribió, “Si pudiera ser demostrado que algún
órgano complejo existiese, el cual no podría haber sido formado por
numerosas, sucesivas, pequeñas modificaciones, mi teoría se desmoronaría
absolutamente”.
Según el criterio de Darwin, su
modelo de vida se quebrantaría. La célula es la unidad más pequeña de
materia considerada viva…menos de 0.01 mm. de diámetro.
En el centro de la célula se
encuentra el nucleolo, compuesto por ADN (ácido desoxirribonucleico),
proteína, y ácido ribonucleico (ARN). El ADN combinado con proteínas se
organiza en unidades estructurales llamadas cromosomas, que suelen
ocurrir en pares idénticos. La molécula del ADN forma la infraestructura
molecular, y es una molécula individual, muy larga, y sumamente
enrollada, subdividida en unidades funcionales llamadas genes. Un gen
ocupa un determinado lugar en el cromosoma y contiene instrucciones
codificadas que determinan la herencia de una característica particular
o grupo, transmitiéndola de una generación a la próxima. Los cromosomas
contienen la información necesaria para formar una célula funcional
idéntica. Las células sirven dos funciones, la de proveer la estructura
que sostiene la vida, y la de auto-replicarse. Esto lo hace posible
manteniendo un sistema de comunicación entre el nucleolo y el resto de
la célula. Dentro del nucleolo se encuentra toda la información
necesaria para la función, replicación, y reparación de la célula. Sólo
ahora se esta comenzando a conocer este sistema de comunicación celular
increíblemente complejo.
De la misma manera que un
programa de software utiliza el código binario, combinando 0 y 1 para
comunicar programas a través de un sistema de computación, las células
utilizan la combinación de cuatro bases nitrogenadas para comunicarse
dentro de la célula - (Adenina (A), Timina (T), Citosina (C), y Guanina
(G). Biólogos moleculares lo clasifican como el equivalente a un
lenguaje escrito, pero no por analogía.
La estructura estadística de
cualquier lenguaje impreso varía a través de letras y frecuencias,
diagramas,
trigramas, frecuencias de
palabras, etc., reglas de ortografía, gramática, y demás, y por lo tanto
puede ser representado por un proceso de Hárkov dados los estados del
sistema…Es importante comprender que no estamos razonando por analogía.
La hipótesis de secuencia se aplica directamente a la proteína y al
texto genético como también así al lenguaje escrito, y por lo tanto se
los tratan como matemáticamente idénticos”.
La célula posee un lenguaje
propio, completamente equipado con reglas que gobiernan la forma en que
se comunica. Este sistema de comunicación celular ha demostrado tener la
correspondencia de uno-a-uno con nuestros propios sistemas de
comunicación.
El código genético está
compuesto por cuatro letras (nucleótidos), los cuales son ordenados en
64 palabras de 4 letras cada una (triplete o codón). Estas palabras son
organizadas en secuencia para producir oraciones (genes). Varias
oraciones relacionadas son unidas y actúan formando párrafos (operón).
Miles y miles de párrafos forman capítulos (cromosomas), y un conjunto
de capítulos contiene toda la información necesaria para configurar un
libro legible (organismo).
La posibilidad de que la vida
haya comenzado independientemente requiere de dos elementos: tiempo, y
probabilidad.
David Foster ilustra el problema
con un mazo de 52 naipes. “La especificidad es la medida de
improbabilidad en un patrón que ocurre sobre un trasfondo de
alternativas. Imaginemos que hay un mazo de 52 naipes, bien mezclados y
puestos boca abajo en una mesa. ¿Cuáles son las probabilidades de poder
levantar cada naipe en secuencia correcta, comenzando con el as de
espada y continuando hacia abajo, haciendo lo mismo con los demás palos,
y finalmente terminando con el dos de basto?
La probabilidad de levantar la
primera carta correctamente es 1 en 52,
la segunda, 1 en 51, la tercera, 1
en 50, la cuarta, 1 en 49,
y así sucesivamente. Entonces, la probabilidad de levantar el mazo
entero en el orden correcto es 52 Factorial.
Esto sería 1 posibilidad en
(aproximadamente) 1068. Este número es cercano al número de
átomos que se encuentran en el universo.
Número de segundos pasados desde
la fecha estimada del Big Bang = 4 X 10
(1018).
Número de átomos en el universo
= 1080.
Número de fotones en el universo
= 1088.
Número de estrellas en el
universo = 1022.
Número de longitudes de onda
lumínicas necesarias para atravesar el universo =
2 X 1033.16.
Los astrónomos Fred Hoyle y
Chandra Wickramsinghe calcularon la probabilidad de que la vida haya
originado de la no-existencia como 1 en 10-40.000
, y la probabilidad de que la complejidad sumada haya sucedido por
mutación y selección natural es muy cercana a esta cifra.
Creer en la posibilidad de que
la existencia pueda haber originado de la no-existencia, requeriría de
una fe increíble.
El contenido informático del
cerebro expresado en pedacitos es probablemente comparable al número
total de conexiones entre las neuronas – cerca de cien trillones, 1014,
de pedacitos. Si esta información estuviera escrita en Inglés,
llenaría unos veinte millones de volúmenes, tantos como se encuentran en
las bibliotecas más grandes del mundo. El equivalente a veinte millones
de libros dentro de la cabeza de cada uno de nosotros. El cerebro es un
gran lugar, dentro de un pequeño espacio.
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